Reseña sobre la Jornada “Un Repte Social Empresarial” en Barcelona
El martes 22 de noviembre celebramos la segunda Jornada “Un Reto Social Empresarial”, “Un Repte Social”, en este caso, al tratarse de Barcelona. Como en la anterior ocasión, la finalidad era reunir a responsables de recursos humanos y responsabilidad social de empresas interesadas en gestionar la diversidad en las organizaciones.
En esta ocasión, el conductor del evento fue Joan Fontrodona quien dio la bienvenida a los asistentes proyectando el vídeo de “El currículum perfecto”.
Josep Marquès i Baró, presidente de Cruz Roja en Cataluña, fue el encargado de abrir la jornada y lo hizo remarcando la importancia del trabajo para que la sociedad pueda avanzar, creando riqueza económica y sobre todo, humana.
A continuación, Jaime Gregori, director de Captación de Fondos, Colaboración con Empresas y Responsabilidad Social de Cruz Roja, explicó cómo Cruz Roja establece alianzas con las empresas, más allá de la captación de fondos, para construir y crear relaciones de futuro, aportando valor añadido a ambas partes.
«La Responsabilidad Social es un compromiso ético de las personas que dirigen las empresas” (J. Gregori)
Sandra Pina, socia y directora de innovación y conocimiento de quiero salvar el mundo haciendo marketing, centró su intervención en las Mesas de diálogo con empresas: ideas fuerza para la colaboración. En esta presentación, expuso los resultados de la investigación hecha a partir de las conversaciones establecidas con más de treinta empresas de seis ciudades españolas.
“Miedo, incomunicación, rentabilidad, interferencias, prejuicios, saber estar o disyuntivas: son las palabras que resumen las preocupaciones de las empresas a la hora de contratar a integrantes de colectivos vulnerables” (S. Pina)
Seguidamente, Sonsoles Morales, asesora independiente de empresas en materia de liderazgo global, desarrollo directivo y gestión de la diversidad, introdujo la reflexión mediante La inserción laboral de personas en dificultad social, gestión de la diversidad y RSE: valores tangibles e intangibles. Algunas de las reflexiones que propuso fueron:
“La manera de rentabilizar la economía, desde los barrios, implica ser consciente que economía y sociedad no son incompatibles, se necesitan y tienen que compartir valor.”
“¿Las economías cambian, o deben cambiar las personas que las integran para que avancemos en temas de gestión de la diversidad? Desde mi experiencia, apuesto por las personas, y por apoyarnos en referentes empresariales que ya existen.”
«Contrata por la actitud, y entrena en la aptitud«
Tras una pausa para reponer fuerzas, en el que los asistentes pudieron comentar lo acontecido hasta el momento, llegó la hora de la Mesa de experiencias “Es posible”. En esta ocasión las empresas que quisieron aportar su experiencia en gestión de la diversidad fueron:
Rosario Campanales, responsable de pisos Aparthotel Sun Club: «Las escucho e intento entender sus problemas para que sientan que yo soy una más de ellas.»
Rosa Llamas, directora de recursos humanos de Clece: “La inclusión de personas de colectivos desfavorecidos por supuesto nos hacen más competitivos, porque nuestro objetivo también es ganar dinero. Esto es una balanza.”
Aina Giral, coordinadora Programa Avança Fundación Manpower: «En el momento que les das confianza, estas personas también la depositan en las empresas»
Después de dar voz a las empresas, la coordinadora del Plan de Empleo para colectivos vulnerables de Cruz Roja en Cataluña, Marina Arnau, presentó las múltiples vías de colaboración que se prestan desde la entidad, así como el papel de las empresas en el compromiso con la inserción laboral.
“Las prácticas laborales impulsadas por Cruz Roja en las empresas, a veces son una oportunidad, a veces simplemente una herramienta de aprendizaje.” (M. Arnau)
Finalizó el acto Joan Fontrodona quien invitó a la reflexión desde la perspectiva de la ética empresarial:
“La diversidad llevada a extremo, nos hace extraños. La igualdad llevada al extremo nos convierte en una masa uniforme manipulable ¿dónde está el equilibrio?”
“Las empresas necesitan el dinero para sobrevivir, pero no debe ser su único objetivo. El fin es crear trabajo para que puedan florecer las capacidades y talentos de todas las personas.”
Como conclusión de la Jornada, hemos rescatado la frase que Fontrodona recordó como la regla de oro de la ética empresarial: «Uno tiene que actuar por los demás, como le gustaría actuar por él mismo.»
Documentación del evento en catalán: