Entrevista a Turcios, por su colaboración en la campaña
Hemos entrevistado a Turcios para conocerle un poco más, saber qué le ha movido a colaborar con la campaña y saber cómo ve la integración social en España.
¿Qué te ha movido a colaborar con la campaña “En realidad no tiene gracia” de Cruz Roja?
El poder aportar algo de educación sobre la discriminación que sufren las personas inmigrantes, y creo que Cruz Roja es el medio ideal para hacerlo.
¿Cuánto tiempo hace que te instalaste en España?
Ya hace 15 años, que han pasado rapidísimo porque he tenido la suerte de que mi arte ha tenido acogida desde que llegué y siempre he estado dibujando.
¿Te has enfrentado a prejuicios por ser de origen colombiano?
No, el arte mío va siempre por delante y me sirve para camuflarme cuando detecto a gente con prejuicios hacia las personas extranjeras.
Para inspirar tus trazos, ¿sueles respaldarte en los estereotipos de los personajes?
En el campo de la caricatura sí, aquí manejo estereotipos para identificar a personas de un lugar o de ciertas condiciones, pero siempre se incluyen en situaciones que hagan reflexionar, no a manera de burla.
En tus caricaturas para la campaña, ¿qué ha sido lo más fácil y lo más difícil de representar en cada uno de los estereotipos?
Nada ha sido especialmente difícil ya que la campaña lleva una intención muy clara, y es la de representar los estereotipos de manera directa precisamente para indicar que no todas las personas somos así.
Desde tu llegada a España, ¿has apreciado una evolución en cuanto a integración de personas inmigrantes?
Por supuesto, tanto en la integración laboral como familiar. Hoy con la crisis van quedando los que han sabido prepararse de manera más profesional años atrás.
¿Cuál crees que sería el camino apropiado para facilitar la integración?
Sin duda la educación en los colegios es importante, ya que los jóvenes son el presente y futuro, Hay que enseñarles que todas las personas tenemos los mismos derechos y merecemos respeto como ser humano, no por ser de un país o de otro.
¿Nos podemos reír de todo? O mejor dicho, ¿puede el humor cambiar las cosas?
La primera función del humor es hacer reír, pero fundamental también es que nos haga reflexionar.