Informe sobre inmigración y crisis: Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe)
El ‘Informe sobre la Evolución del Racismo y la Xenofobia’ 2011, publicado por La Dirección General de Integración de los Inmigrantes de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, elaborado por encargo del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), recoge las principales cifras y conclusiones sobre la situación y percepción de la inmigración en España durante el año pasado.
El énfasis de la publicación se centra en el fuerte impacto que la crisis socio-económica está teniendo sobre la población extranjera en nuestro país. La vulnerabilidad del colectivo se ha visto acrecentada por la dificultad generalizada en el acceso al mercado laboral. La tasa de desempleo de la población inmigrante duplicó la de la autóctona situándose en un 39,1%, siendo especialmente preocupante la tasa de las personas de origen africano cifrada en 49,3%.
Los salarios medios de las personas inmigradas son inferiores a los de las autóctonas brecha que se ha acentuado con la crisis. A esto hay que añadir la tasa de pobreza en los hogares que supera en 12 puntos a la de los hogares formados por personas españolas del 31% y el 19%.
La percepción de la población autóctona respecto a la extrajera tampoco pasa por un buen momento. Las políticas de control sobre los flujos migratorios y las medidas gubernamentales que fomentan la disminución de los derechos o expulsión del país de determinados grupos inmigrantes en España han producido un apoyo y la legitimación de los discursos y prácticas excluyentes respecto a la población inmigrada.
Como apunta el artículo publicado como reseña del Informe en Migrar.org ‘el desarrollo de la crisis está potenciando la imagen de la inmigración (o de su segmento más precario) como un “excedente indeseable” del que convendría deshacerse’.
Ante la preocupante situación, las entidades sociales tenemos consensuadas acciones de intervención, concienciación e inclusión, tanto social como laboral, que favorecen la priorización de las políticas enfocadas a la ciudadanía que faciliten la cohesión social.