El impacto del COVID en la empleabilidad de los colectivos vulnerables
El efecto de la pandemia provocada por el COVID-19 se está dejando sentir en toda la sociedad pero afecta de manera severa a los colectivos más vulnerables.
Cuando hablamos de empleo, las mujeres, las personas jóvenes, las personas mayores y las personas migrantes son quienes están sufriendo aún más las consecuencias de la crisis sanitaria y económica que vivimos actualmente. Ahora más que nunca, necesitamos trabajar conjuntamente empresas e instituciones para que la desigualdad de oportunidades en el empleo no siga creciendo.
El paro se ha situado por encima del 15% pero las cifras son aún más altas cuando hablamos de personas jóvenes situándose por encima del 47%. Esto supone una importante barrera para su desarrollo personal ya que sin en empleo no puedan tener un proyecto de vida. En el caso de las mujeres, la desigualdad con respecto a los hombres sigue aumentando, siendo su tasa de desempleo 3.5 puntos superior.
La formación en nuevas capacidades
La formación transversal va a ser clave en las estrategias de integración laboral de estos colectivos, alineando las capacidades en las que trabajamos con las demandadas del mercado. Esto supone una transformación no solo de los contenidos formativos, sino también de las herramientas para la formación, que deben ser más flexible y digitales.
En el Plan de Empleo de Cruz Roja ya hemos iniciado ese proceso de transformación con iniciativas como el proyecto “Empleando Digital”.
Esta imprescindible adaptación profesional al nuevo contexto no está al alcance de todas las personas y eso supone un enorme riesgo para la igualdad social y laboral.
El reto de la brecha digital
La brecha digital por acceso es un claro ejemplo de esta situación que hace que las desigualdades crezcan en estos tiempos de crisis. El 30% de las personas participantes de los proyectos del Plan de Empleo de Cruz Roja no contaban con dispositivos adecuados para buscar empleo o realizar acciones de formación/orientación desde casa. Un 2% no cuenta con ningún dispositivo.
Estos datos ponen de manifiesto que la digitalización es un reto enorme para la integración de estos colectivos porque al mismo tiempo se trata de una solución y una barrera.
Esto hace que, en muchas ocasiones, las personas ni siquiera conozcan los beneficios. Por ejemplo, el 30% de las personas no tiene instalado en sus dispositivos móviles ningún programa que pudiera facilitarles la realización de acciones de orientación o formación. Y el 8% nunca busca información en internet.
Se hacen imprescindibles acciones dirigidas a superar esta brecha digital y ahí estamos trabajando intensamente desde el Plan de Empleo de Cruz Roja. Con ayuda de las empresas colaboradoras e instituciones públicas ponemos en marcha proyectos dirigidos a reducir la brecha de acceso, de uso y la mejora de competencias digitales.
Dentro de estas actuaciones, la concienciación tiene una gran importancia para ayudar a visibilizar estas realidades. En este sentido con la campaña “En realidad no tiene gracia” trabajamos en una comunicación dirigida a la sensibilización de la sociedad y del tejido empresarial. Acciones como #MiCaraNoEsMiCV se centra este año especialmente, en superar los sesgos inconscientes en los procesos de contratación poniendo el acento en los procesos digitales.