María, voluntaria de Cruz Roja Empleo en Las Palmas
Hace un año que comencé como voluntaria de Cruz Roja. En el momento en el que me quedé sin empleo pude comprometerme a acudir un día a la semana. Tenía la experiencia previa de mi hija pero no quería comenzar hasta poder dedicarle cierto tiempo de forma regular. Para ella fue una experiencia muy positiva por lo que me animó y me acompañó a presentarme.
Carlos, de la Asamblea Territorial de Las Palmas, me preguntó hacia qué área del voluntariado quería dirigirme. En principio le dije que hacia cooperación internacional ya que era lo que conocía. Tras leer mi currículum y vernos en la entrevista, como buen profesional, Carlos consideró que me orientaba más hacia el área de empleo. En ese momento conocí el Plan de Empleo de Cruz Roja. Así empieza mi historia con Cruz Roja Empleo, con un equipo multidisciplinar tan necesario en el momento actual.
Me sorprendió del Plan de Empleo que no consiste únicamente en colocar a las personas en un puesto de trabajo si no que se da una formación, un perfil profesional, se establece el contacto con las empresas, la intermediación. Yo, desde mi situación de desempleada, acudo a sesiones con mi tutora del INEM, he estado en contacto con entidades como CCOO o UGT para buscar trabajo y, después de año trabajando con los técnicos del Plan de Empleo puedo decir que ofrecen un servicio de ‘cinco tenedores’.
El factor que nos diferencia es el trato humano que yo no he visto en otros servicios de empleo. No eres un número, eres una persona a la que dedicamos un tiempo para escucharte, porque quienes acuden al Plan de Empleo necesitan ser escuchados. Dentro del voluntariado en empleo con el tercer sector siempre te preguntan si quieres hacer una cosa concreta, no es una imposición. Por supuesto, yo siempre digo que sí a todo.
Mis funciones como voluntaria de empleo son variadas, como las de todas las personas que trabajan en la entidad. Entre mis actividades como voluntaria está impartir un taller sobre igualdad, hacer encuestas telefónicas a los usuarios, acompañar a Karina, técnica de empleo, a las visitas a las empresas, si hay alguna entrevista grupal acompañar a las usuarias, acudir como voluntaria representante de la entidad a mesas informativas, entre otras. Aquí toda la gente sabe hacer de todo y con la misma ilusión.
Mi trayectoria como voluntaria de empleo me ha aportado una perspectiva más amplia de la vida al conocer otras realidades. Sabes que están ahí porque lo lees en los periódicos o lo ves en televisión pero no lo tocas, no lo sientes, no lo escuchas a tu lado. Estoy aprendiendo a relativizar muchos de los que yo creo que son problemas a nivel personal. Pierdes una cosa pero puedes ganar otra: estoy desempleada (como cinco millones de personas más) pero este año he tenido la ganancia de conocer a gente fantástica, otras realidades.
Si alguien está pensando en comenzar con el voluntariado le animaría ya que consiste en crecer como persona, aprender a no agobiarse, a no pensar que solamente existen tus problemas si no a tener una perspectiva mucho más amplia de la vida. Toda situación complicada puede mejorarse y mientras tanto no hay tiempo que perder, hay que continuar aprendiendo, porque cuando ayudas te enriqueces como persona.