Rosa San Andrés, técnica del Plan de Empleo de Cruz Roja

Publicado por En Realidad no tiene Gracia | noviembre 7, 2012 | No hay comentarios

Rosa San Andrés - Técnica Intervención Social- Plan de Empleo

¿Cual has sido tu bagaje profesional hasta llegar a Cruz Roja?
Prácticamente casi toda mi trayectoria profesional ha estado vinculada a las entidades sociales, inicialmente con organizaciones de protección a la infancia en situación de abandono y/o víctima de malos tratos, y más tarde, en la promoción de los derechos de la infancia y la juventud donde, entre otras tareas, coordiné proyectos de gestión de la diversidad cultural con un enfoque comunitario en barrios con cierta concentración de personas de origen extranjero.

Para no iniciados, ¿qué es la gestión de la diversidad cultural?
Partimos de que la diversidad la encontramos ya en cualquier espacio de nuestras relaciones personales: el trabajo, el ocio, el barrio, etc… Antes de gestionar esa diversidad debemos, en primer lugar, decidir si queremos abrir esa nueva oportunidad de aprendizaje o no, teniendo presente que ésta decisión afecta a todas las personas con independencia cuál se su maleta cultural, incluyendo a quienes promueven esa gestión de esta diversidad.

Si hablamos de gestión de la diversidad cultural en el ámbito laboral, para mi ésta gestión tiene que ver con todo aquello que la empresa intenciona con el objetivo de aprovechar al máximo el bagaje personal y cultural de las personas que trabajan para ella y así obtener más o diferentes beneficios en términos de rentabilidad económica, mejora de clima y relaciones personales, motivación y, compromiso de los empleados/as etc. Una manera de gestionar la diversidad cultural puede ser abrir procesos de diálogo y encuentro entre los empleados/as, pues quienes se relacionan son las personas, no las culturas.

¿Cómo se gestiona la diversidad cultural en el Plan de Empleo de Cruz Roja?
No podemos hablar de un modelo generalizado de gestión de la diversidad por parte de los equipos que conforman el plan de empleo, pero sí hemos de decir que vamos incorporando aspectos que contribuyen a gestionarla desde este enfoque de aprendizaje del que antes hablaba.

Por ejemplo, algo que intentamos cuidar, tanto en los procesos de selección de los equipos como en la formación continua, es que tengan y mejoren algunas competencias personales necesarias para gestionar bien la diversidad cultural, no sólo con las personas que participan en nuestros proyectos, sino también dentro de los propios equipos de trabajo, como son: la capacidad de escucha, empatía, autocrítica, la capacidad de regular conflictos, de promover procesos de participación, de baja resistencia al cambio, etc..

Otro aspecto es el acompañamiento que se hace al trabajo personal que inevitablemente se produce cuando se interviene en contextos de diversidad cultural, me refiero a todo lo que tiene que ver con los propios prejuicios, tanto positivos como negativos, muchas veces adormecidos, pero que empiezan a aflorar cuando entramos en contacto con la diversidad. Es necesario tomar conciencia de ellos y trabajarlos, para poder mediar adecuadamente los prejuicios de otras personas ya se trate de participantes o de empresarios/as y empleadores/as. No es posible trabajar la gestión de la diversidad desde la barrera, pues una buena gestión implica: descubrir nuestra propia diversidad, revisar actitudes paternalistas, etnocentristas, cuestionar a veces nuestra propia cultura, tener una actitud abierta al cambio, para poder llegar a ver a ese otro como persona y no como una etiqueta: marroquí, catalán, polaco, gambiano, venezolano, o gallego, inmigrante…

Para mí, estos son lo pilares básicos para gestionar la diversidad, porque se despierta el interés por conocer, aprender, mejorar, se despiertan las alertas antes situaciones de discriminación… Y a partir de ahí ya surgen las propuestas concretas

Se te ocurre alguna práctica de éxito de integración intercultural en los Servicios de Empleo.
No me gusta hablar de prácticas, pues parece que hablamos de acciones aisladas, y para que pueda ser algo con mínimas garantías de éxito tenemos que hablar de procesos y metodologías de trabajo donde la dimensión intercultural impregne todo el proyecto. Hay experiencias muy bonitas que han partido de crear espacios de participación y escucha, donde se han identificado intereses comunes más allá de lo laboral y han derivado en la creación de redes de apoyo mutuo, la creación de un coro intercultural, la creación de una asociación de inmigrantes para trabajar la sensibilización en su entorno, o la identificación de participantes inmigrantes que quieren ser voluntarios de la organización por ejemplo. Detrás de todo esto hay mucho trabajo silencioso y gratificante de ese que no se puede contabilizar en ningún registro informático porque tiene que ver con la dimensión humana de nuestro trabajo.

En el delicado contexto en que estamos, ¿qué trabas se detectan para la convivencia en un entorno diverso y qué herramientas piensas que podrían ayudarnos a combatirlas?
Todas las crisis son el caldo de cultivo para crear chivos expiatorios donde el discurso excluyente se amplifica mucho más. Un estudio reciente del CIS muestra una tendencia a culpabilizar a la población de origen extranjero del deterioro de nuestro estado de bienestar, cuando éste deterioro es un efecto directo la crisis, no de las personas que sufren sus consecuencias, entre ellas las personas de origen extranjero, quienes está demostrado son las que más están sufriendo sus consecuencias, en términos de desempleo, reducción de derechos, desarragio… También señala algo preocupante y es que este discurso excluyente está calando en la clase media y los jóvenes, antes mucho más tolerantes con la inmigración. Lo que me preocupa especialmente es hasta qué punto este discurso puede estar calando también en nosotros y nosotras. Por ello, creo que ahora es mas necesario que nunca estar bien “armados”, me refiero a reafirmar nuestros valores, recuperar el sentido de nuestra acción, buscar información para crear buenos argumentarios, diseñar estrategias comunes y focalizadas en una misma dirección para que tengan impacto y puedan frenar en algo este tsunami que amenaza con borrar esa convivencia integradora que llevamos muchos años construyendo.